Lo que ocurrió en el Premier Pádel P1 de Santiago de Chile parece sacado de una película. Dos finales, dos cancelaciones y una situación surrealista que dejó a jugadores, aficionados y organizadores con un sabor amargo.
Domingo: la lluvia arruina la fiesta
Todo estaba listo para coronar a los campeones en la capital chilena. Sin embargo, la meteorología tenía otros planes. Una intensa lluvia hizo imposible disputar las finales, lo que obligó a posponerlas para el lunes.
Lunes: cuando la mala suerte no tiene límites
En este segundo intento de terminar con éxito el campeonato, la final masculina se tuvo que cancelar antes de empezar, pese a que el clima sí que era más favorable. Franco Stupaczuk no estaba en condiciones de jugar por problemas de salud, lo que supuso la victoria para Federico Chingotto y Alejandro Galán.
La final femenina sí empezó, pero no terminó. Las jugadoras lograron salir a la pista y comenzaron su batalla por el título. Todo iba bien hasta que, en el tercer set, la extrema humedad convirtió la pista en un peligro constante.
Después de dos horas de incertidumbre tras detener el juego, Premier Pádel tomó una decisión inesperada: final suspendida y partido cancelado. No habría campeonas sobre la pista. Ante esta situación sin precedentes, la organización resolvió que los premios se repartirían entre ambas parejas finalistas.
Este Premier Pádel P1 de Santiago de Chile será recordado como uno de los episodios más insólitos en la historia del pádel profesional.
